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Técnica de Microinyección Espermática (ICSI). Todo lo que tienes que saber.

Hoy cerca del 90% de los tratamientos de FIV utilizan la técnica ICSI. Esta técnica tiene una tasa de fecundación de aproximadamente un 75% y menos de un 1% de casos de fallo de fecundación de todos los ovocitos extraídos de una paciente, por lo que se considera una técnica crucial en las clínicas de reproducción asistida.

 

¿Qué es la Microinyección Espermática (ICSI)?

La Microinyección Espermática (ICSI por sus siglas en inglés de “Intra Cytoplasmic Sperm Injection”) es una técnica de reproducción asistida incluida en el tratamiento de FIV que consiste en microinyectar un espermatozoide directamente dentro del citoplasma de un ovocito maduro en metafase II. Esta técnica ha permitido conseguir con éxito el embarazo de aquellas parejas cuyo diagnóstico es un factor masculino severo.

Para poder realizar la técnica ICSI será necesario proporcionar una muestra de semen procedente del eyaculado o, en aquellos casos dónde no se encuentren espermatozoides en el eyaculado, realizarse una biopsia testicular para extraer y seleccionar los mejores espermatozoides que posteriormente serán utilizados para fecundar a los ovocitos.

Así pues, mediante la técnica ICSI se permite la unión directa del óvulo y del espermatozoide facilitando la fecundación. Hecho que resultaría muy complicado para un espermatozoide con baja movilidad o mala morfología de forma natural o mediante la técnica de FIV clásica.

 

Indicaciones para realizar la técnica ICSI:

  • Factor masculino severo o moderado (oligozoospermia, astenozoospermia, teratozoospermia).
  • Aneyaculación y azoospermia obstructiva (vasectomia) o secretora.
  • Infertilidad por causa inmunológica.
  • Muestras serodiscordantes o infecciosas.
  • Fallo o baja tasa de fecundación en un ciclo de FIV convencional anterior.
  • Pacientes con indicaciones de Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGT).
  • Fallos repetidos de Inseminación Artificial (IA) con una esterilidad sin diagnóstico.
  • Fallos de ciclos de Fecundación In Vitro previos.

 

Procedimiento para someterse a la técnica ICSI:

1. La estimulación ovárica. Consiste en la administración de unas inyecciones diarias que conseguirán que los ovarios, produzcan más ovocitos para poder llegar a obtener un mayor número de embriones. El tratamiento dura entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realiza un control del crecimiento y la evolución de los folículos mediante una serie de analíticas hormonales y monitorización ecográfica.

2. La punción folicular. Cuando se tiene el tamaño y el número de ovocitos adecuados, se programa la punción folicular a las 36 horas después de la administración de la inyección de la hormona hCG, que permite finalizar el proceso de maduración de los ovocitos. La punción se realiza en quirófano y bajo anestesia, para que la paciente no sienta ningún tipo de dolor. La duración es de aproximadamente 15 minutos.

3. La ICSI. Cuando ya hemos recuperado los óvulos de la punción folicular y hemos seleccionado los mejores espermatozoides a nivel de movilidad y morfología, procedemos a realizar la ICSI. Consiste en seleccionar un espermatozoide, introducirlo dentro de una pipeta microscópica e inyectarlo directamente dentro del óvulo. Posteriormente dará lugar a un embrión que se dejará en cultivo durante 3 o 5 días en el laboratorio, antes de ser transferido de nuevo en el útero materno.

4. El cultivo de los embriones. Tras la fecundación de los ovocitos, los embriones resultantes serán observados y clasificados según su cinética y morfología en el laboratorio, día tras día, hasta el momento de decidir cuál será su destino: apto para ser transferido, congelado o no apto.

5. La transferencia del mejor embrión. Consiste en la introducción del mejor embrión dentro del útero materno mediante una cánula especialmente diseñada para ello. Se realiza en quirófano, mediante control ecográfico y sin anestesia, ya que es un proceso rápido e indoloro.

6. La vitrificación de los embriones restantes. Una vez realizada la transferencia, los embriones restantes se criopreservarán para poder ser utilitzados en un ciclo posterior sin necesidad de someterse a otra estimulación ovárica y lograr el sueño de ser madre.

 

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