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La infertilidad aumenta en España con los años.

Los hábitos de vida, el sobrepeso, la contaminación ambiental o diversas patologías son algunos de los factores que contribuyen a que la tasa de infertilidad haya aumentado en la última década en nuestro país. Motivo por el que cada vez más parejas recurren a técnicas de reproducción asistida. ¿Pero existe algún remedio? Te lo contamos en este artículo.

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo que impide conseguir un embarazo tras un año o más de relaciones sin protección. No debe confundirse con la esterilidad, que se define como la incapacidad para llevar a término un embarazo. Esta imposibilidad se puede producir porque los órganos sexuales no funcionan bien, o porque los gametos son defectuosos.

En la sociedad actual en que vivimos es muy común tener casos cercanos de familiares o amigos que no consiguen concebir de manera natural. La esterilidad afecta al 17% de las parejas en edad de tener hijos, alrededor de 800.000 personas en España.

Paralelamente, según estudios de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), se ha producido un aumento significativo en la demanda de los tratamientos de reproducción asistida, como respuesta a este aumento de la infertilidad, siendo España el país más activo en materia de reproducción asistida en Europa, con un récord de 119.875 ciclos de tratamiento registrados en 2015, por delante de Rusia, Francia y Alemania.

 

Edad, hábitos de vida y otras causas de infertilidad

Como ya hemos comentado en artículos anteriores, las causas de infertilidad pueden ser varias y su origen está repartido entre géneros. Así pues, el origen de dicha infertilidad puede deberse a las mujeres (30%), a los hombres (30%), a causas mixtas (25%) y/o ser de origen desconocido o idiopático (15%).

La infertilidad puede deberse a factores físicos, emocionales e incluso ambientales tan diversos como el ejercicio excesivo, la diabetes, el consumo de alcohol o tabaco e incluso, en el caso de los varones, la exposición prolongada a fuentes de calor, sin dejar de lado el conjunto de patologías y defectos congénitos. Otro de los aspectos más relevantes en la pérdida de la fertilidad es la edad, especialmente para las mujeres, que pasados los 35 años comienzan un deterioro progresivo tanto en la cantidad como en la calidad de sus óvulos. Por el contrario, en los hombres el tiempo no resulta tan determinante sobre la fertilidad de la pareja, aunque se ha observado una disminución significativa de la cantidad y la calidad del semen a partir de los 40 años.

La inseminación artificial, así como también las técnicas de fecundación in vitro(FIV), permiten alargar la vida fértil de las mujeres, que según los expertos recurren a la práctica por dos motivos principales, oncológicos y sociales. La inestabilidad económica, sentimental o las presiones laborales, son determinantes en la decisión de posponer el momento de la maternidad. El problema de la fertilidad no solamente es un trastorno físico, sino que en muchos casos desemboca en un problema de salud mental al no ser capaz, después del tratamiento de fertilidad, de llegar a concebir, principalmente en el caso de las mujeres e incluso si se han tenido hijos previos. Por lo que, el factor más influyente en el deterioro de la salud mental tras pasar por una experiencia de este tipo, no es haber conseguido o no ser padres, sino mantener el deseo de la maternidad tras el fracaso de los tratamientos.

 

Patologías que afectan a la infertilidad

En el caso de la mujer las causas más comunes son la edad avanzada, endometriosis, lesiones en las trompas de Falopio u otras patologías como miomas, enfermedades de transmisión sexual o crónicas (diabetes, cáncer, enfermedad de tiroides, asma o depresión).

En cuanto al varón suele ser frecuente la obesidad extrema, las alteraciones en la producción de semen o en el tracto genital, problemas en la erección o la situación anómala del meato urinario (curvaturas muy pronunciadas del pene o una gran disminución del mismo).

 

Hábitos saludables para prevenir la infertilidad

Aunque no siempre se pueden identificar las causas de la infertilidad en la pareja, se ha comprobado que estas rutinas de salud ayudan a lograr el embarazo deseado: (A) mantener el peso adecuado; (B) evitar el tabaco; y (C) no excederse en el consumo de café.

 

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