fbpx

Viajar con un bebé en avión: guía de todo lo que debes saber – Parte I

En este Blog puedes encontrar la primera parte de toda la información práctica y los mejores consejos y recomendaciones para volar con vuestros bebés sin problema. En breve podréis encontrar la segunda parte con más dudas y preguntas sobre cómo viajar con un bebé a bordo.

Las dudas y preguntas más frecuentes de los papás y mamás cuando quieren realizar su primer viaje con su bebé son las siguientes:

¿A partir de qué edad puede volar un bebé?

No existe una edad mínima a partir de la cual los niños puedan volar. De hecho, pueden volar justo después de estar dado de alta en el hospital e incluso cuándo aún se trata de un embrión. Además, suele resultar más sencillo viajar a edades muy tempranas (menos de 6 meses de vida), porque solo duermen, comen y están en brazos de sus padres.

A partir de esa edad ya suelen relacionarse más con el entorno y pueden generar un ambiente más alborotado para el resto de viajeros.

No obstante, a pesar de que los bebés pueden volar tras ser dados de alta en el hospital, las compañías aéreas tienen su propia política al respecto y no permiten que los bebés vuelen hasta pasados un mínimo de días. Lo ideal es, por tanto, verificar la política que cada aerolínea tiene al respecto.

¿Les afectan los cambios de presión?

En mayor o menor grado, a todas las personas, desde bebés hasta adultos, les afectan los cambios de presión. Sin embargo, las cabinas de los aviones van presurizadas para que el viaje sea seguro para todas las personas que lo realicen.

¿Les pueden doler los oídos u otra cosa durante el vuelo?

Debido a esos cambios de presión rápidos que ocurren al despegar o aterrizar, puede ocurrir que los oídos de los bebés se taponen. Los adultos conocen esta situación y sabemos que hacer para evitarlo: bostezar, comer chicle, etc. Pero los bebés no. En ese momento, puede que les molesten un poco hasta que se igualen las presiones. Como a los bebés no se les puede decir haz esto o aquello, lo mejor que se puede hacer para ayudarles es ofrecerles algo para que succionen. Dependiendo de cada niño puede ser el pecho de su madre, el chupete o un biberón.

¿Qué se debe tener en cuenta para que permanezcan en buenas condiciones?

Un viaje en avión no es algo muy diferente a permanecer una serie de horas con tu hijo sentado en un sofá. Incluso él lo llevará mucho mejor que un adulto. Dependiendo de la duración el viaje, habrá que tener en cuenta qué puede necesitar un niño durante esa serie de horas porque no es lo mismo hacer un vuelo de 50 minutos a un vuelto de 9 horas. Por ello, es muy importante llevar agua suficiente para que se mantengan bien hidratados e ir ofreciéndoles cada poco tiempo. Lo mismo pasa con la comida.

En cuanto a la temperatura, en los aviones suele hacer frío por el aire acondicionado por lo que es mejor abrigarlos con alguna chaqueta o sudadera. En el caso de que tengan calor, siempre se pueden ir quitando capas de ropa.

Lo que sí que es muy importante es que los bebés estén atados el mayor tiempo del viaje posible. Esto es una cosa que ya hacemos los adultos, pero que debemos aplicar también los niños. Ante una situación de turbulencias inesperadas, un bebé de poco peso puede salir «volando» del asiento y darse un golpe con el techo o con el suelo. Es muy recomendable que se sigan las normas de seguridad que los Auxiliares de Vuelo explican a los padres antes de que comience el mismo.

¿Pueden comer y beber con normalidad durante el vuelo?

Por supuesto. De hecho, es importante que, si ha llegado la hora de comer y tienen hambre, coman con total normalidad. Lo mismo sucede con la bebida.

El jet lag en bebés: ¿Se puede prevenir? ¿Cómo sobrellevarlo tras el vuelo?

El jet lag en niños existe, sin embargo, los bebés, cuanto más pequeños menos organizado tienen el sueño. Además, un bebé por debajo los 12 meses duerme cerca de 10-12 horas al día. Por todo esto, los niños suelen llevar mejor que los adultos los viajes de larga distancia.

Como sucede con los adultos, lo mejor que se puede hacer para que se adapten al nuevo horario es llevar una vida normal los primeros días, intentando que cumplan los horarios del nuevo país. Si no pudiera ser, siempre se puede hacer una siesta para reponer fuerzas.

Es importante evitar cualquier tipo de medicamento para que el viaje se «pase mejor» o «se duerman durante el trayecto», ya que puede ocasionar efectos secundarios, salvo expresa indicación médica.

¡Ahora ya puedes empezar a organizar tu próximo viaje con tu bebé! Habrá una segunda parte con más información al respecto. ¿Tienes alguna duda? Contáctanos y te la resolvemos.

Si te ha gustado el artículo, puedes compartirlo

¡Bienvenida a la vida!

Tu oportunidad de ser madre.

Solicitud de 1ª Visita Informativa Gratuita