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Los mejores consejos para dejar de fumar durante el embarazo

Fumar durante el embarazo puede ser perjudicial para el bebé, por lo que es importante dejarlo lo antes posible. Descubre, a continuación, los mejores consejos para dejar de fumar durante el embarazo.

Actualmente, cerca de un 20% de la población femenina fuma y, de éstas, se calcula que aproximadamente un 30% de siguen haciéndolo durante el embarazo. Algunas porque no pueden dejarlo o porque creen que la ansiedad que les provocaría sería aún peor, y otras porque piensan que, si reducen el consumo, no dañan al bebé. Pero ambas ideas están equivocadas, ya que la exposición al tabaco durante el embarazo siempre tiene efectos perjudiciales, y la prueba es que los hijos de madres fumadoras suelen tener más problemas respiratorios, infecciones y otitis de repetición.

Además, fumar durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal y mortalidad infantil. También conduce a más complicaciones durante el parto (parto prematuro, bajo peso al nacer, malformaciones y muerte súbita del lactante). Estos riesgos no son solo para la madre sino también para el feto, que está expuesto a la nicotina y otras sustancias de los cigarrillos.

El consumo de tabaco y otras sustancias tóxicas suponen un problema de salud grave que debe ser abordado tanto por los profesionales de la salud como por las propias mujeres embarazadas.

Si eres fumadora y estás embarazada o te estás planteando dejarlo, lo mejor es que pidas ayuda a un especialista. No obstante, en este post, te damos algunos consejos que pueden resultarte útiles:

  • Confía y toma la iniciativa por ti misma. El único secreto para lograr dejarlo definitivamente es querer hacerlo. Así que busca un motivo que te dé fuerza y ten confianza en ti misma. Si vas con dudas o empujada por otros te resultará más difícil.
  • Encuentra sustitutivos y alternativas: una botella de agua, fruta, chicles o caramelos sin azúcar. Así, cuando sientas la necesidad de fumar, podrás recurrir a otras opciones. Recuerda: la sensación de abstinencia es pasajera y se puede controlar.
  • Comparte tu compromiso: avisa a tus amigos, familia y compañeros de trabajo de que vas a dejarlo. Así reafirmas tu compromiso y contarás con el apoyo de los demás.
  • Mejora tus hábitos: evita situaciones que propicien el consumo. Date un paseo en las pausas o descanso del trabajo, reduce el café, haz alguna actividad que te guste (jardinería, punto, fotografía). Haz más ejercicio, y date premios para celebrar tus progresos: tres días sin fumar, una semana, un mes, etc.
  • Mito: dejar de fumar no engorda. Muchas mujeres temen ganar peso porque suelen picar más para calmar la ansiedad de dejar el hábito, pero intenta mantenerte entretenida con otras actividades que te alejen de pensar en el tabaco (leer, sal a caminar, etc.). Si no puedes evitar acudir a la nevera, elige tentempiés sanos, como zanahoria o fruta fresca. Al principio es posible ganar uno o dos kilos, pero después se vuelven a perder.
  • No busques resultados a corto plazo. Contrariamente a lo que se cree, los tratamientos de deshabituación al tabaco no suelen durar más de 3 meses.
  • Cada cigarro menos es un punto a favor de tu salud, ya que los efectos beneficiosos de dejar de fumar son inmediatos: a los 20 minutos de fumar un cigarrillo empieza a normalizarse la frecuencia cardíaca, a las 8 horas los niveles de monóxido de carbono empiezan a descender y aumenta el nivel de oxígeno en los pulmones; a los dos días mejora el sentido del olfato y del gusto, y los niveles de nicotina empiezan a tocar fondo; a los tres meses desaparece la tos y mejora la capacidad respiratoria, y al año, el riesgo de tener un problema cardiovascular ya es un 50% menor que el de un fumador, ¡y seguirá bajando! Además, cada vez te sentirás mejor físicamente, aparte del subidón de autoestima que supone conseguirlo.
  • Mito: dejar de fumar no relaja. La sensación de relajación que sentimos se debe a que fumar calma el síndrome de abstinencia que provoca la nicotina. En realidad, el tabaco tiene un efecto excitante sobre el sistema nervioso y el ritmo cardíaco.

Lo mejor es dejar de fumar antes de quedar embarazada. Sin embargo, si ya está embarazada, dejar de fumar puede ayudarla de todas maneras a proteger su salud y la de su bebé para evitar problemas. Nunca es muy tarde para dejar de fumar.

Además, es importante tener en cuenta que, si fumó y tuvo un embarazo normal en el pasado, no hay garantías de que su próximo embarazo también lo sea. Cuando fumas durante el embarazo, pones en riesgo su salud y la de tu bebé.

Si quieres hacer alguna consulta sobre este tema o te ha quedado alguna duda, contacta con nuestros especialistas. No dejes que el tabaco te domine, ¡hazlo por tu bebé, te lo agradecerá!

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